La vida actual es compleja: los adultos somos responsables de llevar adelante muchos ámbitos diferentes. Nuestros deseos no siempre coinciden con nuestra situación y a veces surgen acontecimientos abrumadores o desesperantes. Pero existen vías para recuperar la calidad de vida. El primer paso, identificar los problemas. El siguiente, buscar la forma de ponerles cerco más acorde con nuestra personalidad y circunstancias.
Los síntomas y situaciones son tan diversos como las propias personas, pero entre las más habituales que trato en mi consulta se encuentran:
- Problemas de insatisfacción.
- Ansiedad.
- Trastornos del sueño, de la alimentación y del deseo sexual.
- Sensación de soledad.
- Dificultades en la comunicación con el entorno.
- Fibromialgia.
- Problemas sentimentales.
- Duelos.