La adolescencia es una etapa especialmente complicada, porque la transformación del cuerpo aparece de forma intensa y repentina. De su mano, e igual de rauda, tiene lugar la definición de la propia personalidad. Las nuevas sensaciones no siempre son fáciles de asumir ni para el adolescente, ni para su entorno. Además, es complicado diferenciar las actitudes complicadas o desagradables “propias de la edad” de las provocadas por problemas de otra naturaleza.
En mi consulta podremos distinguir entre ambas y encontrar herramientas para superar los síntomas.
Entre otros, los más frecuentes entre la población adolescente:
- Cambios repentinos de talante y conducta.
- Tristeza desbordante o desmedida (llanto incontrolable, incomunicación, …).
- Insatisfacción o inseguridad (con la propia imagen, con las amistades y las relaciones sociales, con los estudios o la orientación profesional, …).
- Insomnio y ansiedad.
- Trastornos de la alimentación.
- Problemas o tendencia a la adicción (alcohol, drogas, internet).
- Acoso escolar (bullying) y ciberacoso.
- Malos tratos.